Lógica, Ciencia y Lenguaje para la Vida Cotidiana
El presente trabajo pretende construir un marco de interrelación entre el desarrollo de las categorías del lenguaje, la ciencia y la lógica para poder comprender su uso en la vida cotidiana. Por tal motivo, lo primero que se expondrá es la relación con la aportación sobre la estructura del lenguaje en el trabajo del filósofo austriaco Ludwing Wittgenstein, para posteriormente, mencionar en qué consiste la estructura del lenguaje según el autor. Finalmente, se retomarán algunos elementos del pensamiento de Kant en donde se trata de reflexionar sobre la capacidad del uso de la lógica para la vida cotidiana: ¿es o no es posible su uso? Es la respuesta que se debería tomar en consideración para tratar de desenvolver durante este trabajo.
1. Sobre el lenguaje y la lógica: las aportaciones de Wittgenstein
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Ludwing Wittgenstein(26/04/1889 – 29/04/1951) fue un filósofo de origen austriaco, miembro de una
familia perteneciente a la aristocracia del Imperio Austrohúngaro. De su
trabajo se derivan dos etapas: la primera corresponde a la “teoría figurativa
del significado y la que gira en torno a la máxima ‘el significado de una
palabra está en el uso’” (Carmona, 2015, p.9). Lo que ha establecido hablar de
dos etapas diferenciadas en relación con la identidad de una primera y una
segunda filosofía del lenguaje.
Dentro de estos
elementos de análisis conviene tener en cuenta lo que se ha denominado la estructura del lenguaje, uno de los
referentes de análisis más relevantes dentro del pensamiento de Wittgenstein.
Este elemento se construye a partir de su única obra de carácter filosófico: el
Tractatus Logico-Philosophicus, que
trabajó mientras desarrollaba parte de sus estudios en la Universidad de
Cambridge, e igualmente mientras formó parte del ejército austriaco, al cual se
presentó como voluntario durante la Primera Guerra Mundial. Obra que fue
publicada originalmente en 1921 (Márquez-Fernández, 2005).
En el campo de los análisis
que valen la pena considerar respecto de la estructura del lenguaje, es
importante considerarlo como un análisis basado en las estructuras
desarrolladas en la lógica moderna. En el campo del análisis de la estructura
del lenguaje se deben tomar en consideración dos aspectos esenciales:
·
El aspecto relacionado con la función del lenguaje, el cual permite la construcción de la teoría figurativa, como una forma de
comprensión de la relación entre el lenguaje y el mundo.
·
La estructura del
lenguaje propiamente dicha, que se encarga del estudio de las proposiciones
(de allí su relación con la lógica) y permite la exposición de la denominada teoría de función de verdad.
Se observa de esta
manera la relación que se construye entre el lenguaje y la lógica, permitiendo
con esto el reconocimiento de una base de comprensión esencial, denominada las proposiciones, las cuales son
consideradas como enunciados sobre el mundo, que se resumen dentro del Tractatus como una relación perfecta
entre la estructura del lenguaje y la estructura del mundo, lo que permite la
definición del significado de un término respecto del objeto que este nombra, o
sea, su referencia. Sin olvidar que de aquí se toma de presente el hecho que se
aprende sobre el significado cuando se tiene en consideración su uso.
El uso del lenguaje
es un elemento esencial para la comprensión de los procesos humanos y su
vinculación con las ciencias sociales es esencial, ya que de allí se deriva la
posibilidad de reconocimiento de las acciones sobre las motivaciones o
pretensiones que se requieran construir en el contexto del ejercicio académico
y cómo el mismo lenguaje sirve para reconocer las pretensiones de los actores
sociales durante sus procesos de relaciones sociales. Así, lo que se pretende
mostrar el presente ensayo consiste en identificar las condiciones que sirven
de guía para trabajar sobre las características de la estructura del lenguaje
de acuerdo con el pensamiento de Wittgenstein, demostrando su relevancia para
las grandes transformaciones que se produjeron en relación con la comprensión
de los fenómenos sociales durante el siglo XX.
Como una guía de
aproximación metodológica, este trabajo tendrá en cuenta las indicaciones de
Izuzquiza (1994) respecto de la elaboración de un ensayo filosófico,
identificando la problemática, y las condiciones para analizarla desde un visto
de vista que aborde lineamientos particulares de la filosofía, considerando que
“Una de las formas fundamentales de expresión escrita del discurso filosófico
es la que se puede tipificar bajo los rasgos de un ensayo monográfico, con toda
la posible gama de variaciones que bajo esa rúbrica pueden incluirse”
(Izuzquiza, 1994, pp. 251, 252).
Cuando se construye
el abordaje de la estructura del lenguaje nos encontramos frente al campo de
estudio de la filosofía del lenguaje propiamente dicha. Este ha obtenido una
importancia esencial en relación con los aspectos que sirven para el estudio y
la comprensión de los procesos filosóficos y la necesidad de construir márgenes
de aceptación de las etiquetas del lenguaje y de los usos que podemos hacer del
mismo bajo determinados contextos. Un gran avance que generó Wittgenstein en
este campo tiene que ver con propiciar el abandono del pensamiento convencional
sobre el lenguaje que considera que la estructura de la realidad es la que
determina la estructura del lenguaje. En realidad, lo propuesto por
Wittgenstein es diametralmente opuesto: “el lenguaje determina nuestra visión
de la realidad porque vemos cosas a través de él” (Muñoz, 2004, p.202).
Gracias a
Wittgenstein se pudo constatar que el lenguaje tiene una gran variedad de
funciones. En particular, resaltan aquellos aspectos que tienen que ver con su
uso y la forma cómo este puede ser estudiado desde la lógica. Aquí nos encontramos
con algo que se puede denominar como uso
del lenguaje y corresponde a su manejo desde un enfoque de tipo
comunicacional de carácter práctico, el cual, de acuerdo con Wittgenstein, debe
trabajarse de la siguiente manera:
Por tanto 'seguir la regla' es una práctica. Y creer seguir la regla no es
seguir la regla. Y por tanto no se puede seguir 'privadamente' la regla, porque
de lo contrario creer seguir la regla sería lo mismo que seguir la regla. (Wittgenstein, 1999, parágrafo 202, p.70)
De lo anterior se
extrae una consideración particular respecto de la importancia del uso del
lenguaje y su articulación en los contextos de uso particulares, más aún si se
considera que en la actualidad se registran diversos cambios en relación con el
manejo del habla, que ha cambiado tanto por los nuevo criterios de análisis que
se han gestado en los estudios culturales (reconocimiento de la diversidad
cultural o sexual para citar un ejemplo) hasta las aceleraciones que se han
desarrollado debido al proceso de globalización y han permitido mayores niveles
de interconectividad entre todos los actores del sistema internacional (Fazio,
2002). Estos criterios son importantes si se toma en consideración lo que
expone uno de los filósofos que siguió el trabajo sobre el lenguaje después de
lo expuesto por el filósofo austriaco y corresponde al alemán Jürgen Habermas,
quien también le otorga una valoración esencial al desarrollo del ejercicio del
lenguaje, siendo considerado por él de la siguiente manera: “el único estado de
cosas que podemos conocer según su naturaleza: el lenguaje. Con la estructura
del lenguaje es puesta para nosotros la emancipación” (2001, p.70).
Es necesario
entonces, reconocer cómo se han generado diversas y extensas consideraciones en
relación con las herramientas que se han generado respecto del lenguaje desde
el momento de la aparición de las propuestas de Wittgenstein sobre su contenido
y valoración. Es necesario resaltar el hecho que, gracias a esto, se han podido
construir herramientas de análisis con amplios niveles de complejidad sobre los
cuales descansa la valoración de la interpretación sobre el uso del lenguaje
(Jaramillo, 2004).
Así, se posible
reconocer la importancia que existe sobre los procesos alrededor del lenguaje y
las condiciones que existen para la transformación de los acontecimientos
debido a los nuevos criterios del uso del mismo. Y en este contexto, a manera
de conclusión, es importante aclarar que gracias a la existencia de la
estructura del lenguaje es posible la comprensión de la realidad. Este es un
elemento de análisis que Wittgenstein compartió con Bertrand Russell (Carmona,
2015) y que es relevante para demostrar la relación respecto del lenguaje y la
comprensión del conocimiento, valoración esencial del proceso de organización
de las actividades de carácter epistemológico, teniendo en consideración para
este punto el hecho que lo que propone Wittgenstein consiste en identificar la
representación que existe sobre la forma del mundo a través del uso del
lenguaje (Ramírez, 2004).
Hay que aceptar que la organización temática no se basa en un criterio cronológico sino que es un simple capricho. En los puntos anteriores se describió lo que significan los procesos de lógica y lenguaje en el pensamiento de la filosofía contemporánea (siglo XX), encabezada por Wittgenstein y ahora, se hace un recorrido en el tiempo alrededor de la actividad intelectual de Immanuel Kant.
Una variación esencial del trabajo de Kant es el hecho que él considera "la lógica como parte de la estructura cognoscente del sujeto" (Moreno, 2004, p.104). El filósofo de königsberg refuerza la necesidad de aceptar que "la lógica dicta el uso del entendimiento en general y desde este punto de vista es sólo la propedéutica de toda función intelectual" (Moreno, 2004, p.104). Por tal motivo, se hace necesario desarrollar un ejercicio intelectual que dependa de la lógica, el cual puede hacerse bajo la consideración abstracta de que es necesario el conocimiento de los procesos y las condiciones de reflexión de los modelos de pensamiento que se vinculen alrededor de las actividades propias de la vida cotidiana.
En los últimos años se ha trabajado mucho alrededor de lo que es un componente 'racional' en el desarrollo de las actividades sobre la toma de decisiones, bajo la consideración de que nosotros somos 'actores racionales'. O sea, analizamos e identificamos los pros y los contras de las acciones que vamos a llevar a cabo y de esta manera establecemos, luego de todo un proceso de análisis 'racional' (perdón por la reiteración), la decisión que mejor se ajuste a nuestros intereses. Esto podría considerarse una forma del uso de la lógica, a través de los diversos procesos de abstracción que se deben desarrollar para conocer qué camino (o decisión) seguir.
Sin embargo, este tipo de postulados han comenzado a ser reevaluados en los últimos años, gracias a los avances en psicología. Académicos como Richard Thaler o Daniel Kahneman han logrado demostrar que en diversas actividades diarias, en nuestro entorno de interacción vinculado a la vida diaria, podemos fallar en la decisión más acertada, simplemente por no ser lo suficientemente racionales y, por ende, no poner en práctica el ejercicio de la abstracción lógica que se podría utilizar de acuerdo con los planteamientos kantianos y más bien la posibilidad de reconocer que la manera como se recurre al lenguaje puede ser un factor de acción esencial que encamina los patrones comportamentales de las personas hacía caminos que no corresponden a sus verdaderos intereses.
Referencias
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Izuzquiza, I. (1994). Guía
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Jaramillo, J. (2004). Apuntes sobre los juegos del
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153 – 166. Recuperado de: http://www.redalyc.org/html/1701/170121560009/
Moreno, K. (2004). Entre la lógica, el entendimiento y el lenguaje. Universitas Philosophica. (43). 99-122. Recuperado de: http://bibliotecavirtual.unad.edu.co:2048/login?url=http://search.ebscohost.com/login.aspx?direct=true&db=zbh&AN=26273958&lang=es&site=eds-live
Muñoz, M. (2004). La relevancia de Wittgenstein para el
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Ramírez,
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